Observando solamente las luces tra‐
seras, resulta difícil determinar la ve‐
locidad de un vehículo que circule por
delante. Conducir de noche es más
peligroso que conducir de día. Un
motivo es que algunos conductores
pueden verse afectados por el al‐
cohol, las drogas, el cansancio o pro‐
blemas de visión nocturna.
Consejos para conducir de noche
■ Conduzca defensivamente. Re‐
cuerde que es una situación muy
peligrosa.
■ Si bebe, no conduzca.
■ Como su visibilidad puede ser limi‐
tada, reduzca la velocidad y deje
mayor distancia entre su vehículo
y los demás.
■ Reduzca la velocidad, especial‐
mente si conduce por vías rápidas,
aunque los faros proporcionen
buena visibilidad por delante del
vehículo.
■ En zonas remotas, tenga cuidado
ante la eventualidad de la presen‐
cia de animales sueltos.
■ Si nota cansancio, salga de la ca‐
rretera, pare en un lugar seguro
y descanse.
■ Mantenga el parabrisas y todos los
cristales limpios, por dentro y por
fuera. El encandilamiento nocturno
empeora si el cristal está sucio. In‐
cluso por dentro del cristal se
puede acumular una película de
polvo. El humo de los cigarrillos di‐
ficulta la visión desde el interior.
■ Recuerde que los faros iluminan
bastante menos tramo de carretera
cuando toma una curva.
■ Mantenga los ojos en movimiento
para poder ver más fácilmente los
objetos poco iluminados.
■ Al igual que sus faros necesitan
una inspección periódica, usted de‐
bería revisarse la vista regular‐
mente. Algunos conductores pade‐
cen ceguera nocturna –la incapaci‐
dad para ver con poca luz– y ni si‐
quiera lo saben.
Conducción y manejo
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Pendientes y carreteras de
montaña
La conducción por carreteras de
montaña o con fuertes pendientes es
diferente a la conducción por terreno
llano u ondulado. Si conduce regular‐
mente por un país montañoso, o si
tiene planeado visitarlo, será necesa‐
rio adoptar ciertas precauciones.
Aquí tiene algunos consejos para que
sus viajes sean más seguros
y agradables
■ Mantenga su vehículo en buen es‐
tado. Compruebe todos los niveles
de líquidos y también los frenos, los
neumáticos y el sistema de refrige‐
ración. Estos sistemas tienen que
trabajar duro en carreteras de mon‐
taña;
■ Sepa cómo bajar pendientes. No
confíe sólo en los frenos. Deje tam‐
bién que el motor ayude a reducir
la velocidad. Cambie a una marcha
más baja, así reducirá la velocidad
sin tener que usar los frenos exce‐
sivamente;