¡PRECAUCIÓN!
Las aguas lodosas pueden reducir la efecti-
vidad del sistema de enfriamiento y deposi-
tar escombros en el radiador.
Cruce de zanjas, arroyos, ríos u otras
aguas poco profundas en movimiento
El agua que fluye puede ser extremadamente
peligrosa. Nunca intente cruzar un arroyo o un
río que corre rápido, incluso en aguas poco
profundas. El agua en movimiento rápido
puede empujar el vehículo aguas abajo y ha-
cerlo perder el control. Incluso en aguas muy
poco profundas, una corriente alta puede arras-
trar lodo alrededor de los neumáticos y ponerlo
a usted y al vehículo en peligro. Hay un alto
riesgo de lesiones personales y daños al
vehículo en corrientes de agua lentas a profun-
didades mayores que el nivel a tierra del
vehículo. Nunca debe tratar de cruzar agua que
fluye, cuando sea más profunda que el nivel a
tierra del vehículo. Incluso la más lenta de las
corrientes puede empujar aguas abajo a los
vehículos más pesados y sacarlos de control si
el agua es lo suficientemente profunda como
para empujar sobre la superficie grande de la
carrocería del vehículo. Antes de continuar,
determine la velocidad de la corriente, la pro-
fundidad del agua, el ángulo de aproximación,
la condición del fondo y si hay algún obstáculo.
Luego, cruce en un ángulo ligeramente aguas
arriba utilizando la técnica de avance bajo y
lento.
¡ADVERTENCIA!
Nunca conduzca a través de agua profunda
con movimiento rápido. Esto puede empujar
con facilidad el vehículo corriente abajo,
barriéndolo fuera de control. Esto podría
poner a usted y a sus pasajeros en peligro
de lesiones o de ahogarse.
Después de conducir a campo
traviesa
La operación a campo traviesa pone mayor
tensión en el vehículo que la conducción en
ruta. Después de conducir a campo traviesa,
siempre es buena idea revisar si hay daños. De
esa forma se pueden corregir los problemas en
forma inmediata y tener el vehículo disponible
cuando lo necesite.
• Inspeccione completamente la parte inferior
de la carrocería del vehículo. Revise si hay
daños en los neumáticos, estructura de la
carrocería, la dirección, la suspensión y el
sistema de escape.
• Inspeccione si el radiador tiene lodo y es-
combros y límpielo, según sea necesario.
• Revise si están sueltos los sujetadores ros-
cados, en particular en el chasís, los compo-
nentes del sistema de transmisión, la direc-
ción y la suspensión. Si fuera necesario,
vuelva a apretarlos a la torsión de los valores
especificados en el manual de servicios.
• Revise si hay acumulaciones de plantas o
maleza. Estos objetos podrían ser riesgo de
incendio. Podrían ocultar daños en las tube-
rías de combustible, mangueras del freno,
sellos de los piñones del eje y árbol de la
transmisión.
• Después de operación prolongada en el
lodo, arena, agua o condiciones sucias simi-
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