6 Cuidado y tratamiento del paciente
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El sistema y el paciente deben examinarse de inmediato en caso de que este último
refiera mareos.
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La hipertensión tras el implante puede tratarse según el criterio del médico
responsable. Cualquier terapia que mantenga de forma constante una presión arterial
inferior a 90 mm Hg puede considerarse adecuada. Es obligatorio documentar todas
las terapias antihipertensivas.
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Se recomienda animar al paciente a levantarse lo antes posible, retomando la ingesta
de alimentos. La movilización del paciente puede producirse en cuanto se inmovilice
el cable de impulsión.
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Se recomienda fomentar al apoyo familiar y social. También es positivo realizar
fisioterapia tras el implante.
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Es vital emplear ecografías transtorácicas para supervisar el ventrículo izquierdo
durante los ajustes de velocidad. Compruebe que el tabique no cambia de posición,
lo que podría comprometer el funcionamiento ventricular derecho.
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Los trombos pueden afectar a los cuatro parámetros del dispositivo: velocidad,
potencia, flujo e índice de pulsatilidad. Si el trombo es lo suficientemente grande,
puede obstruir el flujo hacia la bomba. Si un trombo de gran envergadura entra en
contacto con el rotor o los rodamientos, puede aumentar el arrastre del rotor y el
aumento de las necesidades de potencia. Al aumentar la potencia se reduce el índice
de pulsatilidad porque el componente pulsátil de la potencia se hace relativamente
pequeño en comparación con el componente fijo de potencia necesario para superar
el arrastre. En casos en los que el trombo aumenta la potencia de la bomba, el flujo se
sobrestimará y se mostrará como que está dentro de la gama normal, aunque sea muy
bajo. En casos de formación de trombos identificados, deberá considerarse la
sustitución de la bomba.
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Los daños debidos al desgaste y la fatiga en el cable de impulsión se han producido
tanto en las partes exteriores del cable de impulsión como en las implantadas. Los
daños en los cables redundantes dentro del cable de impulsión pueden ir precedidos
o no de deterioro visible de la capa externa del cable de impulsión. Los daños del
cable de impulsión pueden quedar de manifiesto por:
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Alarmas transitorias debidas a cortocircuitos o interrupciones que suelen ir
asociados al movimiento del paciente o del cable.
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Una alta potencia de la bomba asociada a una velocidad reducida de la misma
(como se recoge en el archivo de registro de sucesos de la miniconsola del
sistema).
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Índice de pulsatilidad (IP) elevado o necesidad de sustitución frecuente de la
miniconsola del sistema.
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Vibraciones de la bomba.
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Fuga de líquido de la parte exterior del cable.
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Interrupción del bombeo.
Si sospecha que el cable de impulsión está dañado, póngase en contacto con
Thoratec Corporation para recibir asistencia. Consulte la información de contacto de
Thoratec en la página iii.
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Instrucciones de uso del sistema de asistencia ventricular izquierdo HeartMate II